viernes, 29 de marzo de 2013

26 mar. 2013

No sé por qué, pero me he empeñado en contar a alguien este día. Y como no tengo a ese "alguien", lo escribo en mi blog. Hoy es 30 de marzo, 1:21 de la madrugada. Semana Santa. Y hace cuatro días...
Me levanto una mañana, enfadada, obviamente. Mi madre y su buen humor me habían levantado a las 11:45. Mis padres y mi hermano se iban al dentista y a la niña hay que levantarla de la cama. Y pasé la mañana y parte de la tarde en el portátil de mi hermano y con el móvil. Twitter y WhatsApp. Típico. Aunque acabé pintando a Roxy y a Carmen en paint. La verdad es que fue bastante gracioso. No sé a qué hora exactamente vinieron mis padres, las cinco o así, pero por suerte había quedado con Alicia a las seis menos algo. Y claro, como normalmente me paso los días hablando con Carmen, no se me ocurrió decirle que PUEDE que fuésemos a Malpartida andando, a verla. Ese puede se convirtió en un sí. Llegué a la plaza, que ahí había quedado con Alicia y después de ir a comprar a "La Goyi" le dije:
-Oye Alicia, ¿vamos a Malpartida andando a ver a Carmen?
Su contestación:
-Valeeee.
Y así nos adentramos en las profundidades del polígono para avanzar nuestra grandiosa aventura hasta Malpartida, cruzando por múltiples lugares llenos de barro. Eso es. Había más barro que otra cosa por ese camino de tierra. Y lo veo normal, había llovido.
Bueno pues Alicia y yo íbamos todo felices, comiendo y saludando a los coches que pasaban, ya que se ve la carretera. Lo más extraño es que fui casi todo el camino con un moño mal hecho y con el flequillo recogido. EL FLEQUILLO RECOGIDO. Aún no me lo creo. Alicia llevaba otro moño, pero de ella era más normal. Hablamos de muchas cosas, de muchas tonterías, pero no me acuerdo exactamente de cuales. Como para acordarme. De lo que sí me acuerdo es de cuando apareció una babosa enorme delante de nuestros hermosos pies y a Alicia no se le ocurrió otra cosa que salir corriendo unos dos o tres metros a toda hostia y yo mientras tanto escupía a la babosa a ver si se movía o algo. Llegamos a un puente que hay antes de llegar a las vías de tren. La verdad es que yo estaba bastante emocionada porque antes de salir de mi pueblo había, más o menos, dicho a la hora a la que llegaríamos a "La Estación" y a Malpartida. En ese momento íbamos cojonudas de tiempo. Eran como las siete menos cuarto, estábamos a nada de La Estación y yo había calculado que a las siete llegaríamos allí. Y sí, sobre las siete llegamos. Fue gracioso porque Alicia no quería ir por un camino en el que tras una valla habían bastantes vacas, por lo que tuvimos que ir por las vías del tren. Por allí no pasan muchos trenes pero claro, te obsesionas y acabas pensando que viene un tren. Bueno, pues ves a dos gilipollas corriendo por los bordes de la vía del tren pensando que venía uno. Cómo no, yo, me tengo que caer. Por suerte no llegué a tocar el suelo, que estaba mojado de toda la lluvia y había piedras, cables y yo que sé. Llego a caerme del todo y acabo echa un asco, vaya. Al final ni tren, ni nada. Que al menos ya por la emoción podría haber pasado uno, pero no. Malditos trenes y sus horarios. Bueno, no estamos aquí para hablar de trenes, más bien porque no habría mucho de que hablar. Prosigo. Llamé a Carmen al móvil y fue una cosa así: Hola Carmen Clara blablabla estamos en la estación ahora vamos para Malpartida blablabla ¿hay perros? No jajaja blablabla adiós hasta luego. HAY PERROS NO JAJAJA. Ya os enteraréis de qué va eso y por qué lo resalto. Ah, a Alicia le dan miedo los perros. Pues bueno, mientras hablaba con Carmen nos cruzamos con unos niños de unos diez, once años que irían a jugar al fútbol o a un pequeño parque que hay en La Estación (sí, en la estación vive gente, hay casitas. Es como un pequeño pueblo. Apenas habrá 20 personas pero las hay.) y se nos quedaron mirando. Ya después de un ratito de haber colgado el teléfono se escucha "¿QUIERES SALAMI?" Obviamente yo contesté "SÍIII." Aunque en realidad no quiero nada con esos chiquillos, pero algo había que contestar. Dejemos las cosas claras. (haha) La verdad es que Alicia se había quedado un tanto extrañada por mi hermosura de grito ya que no  había escuchado (...)

7 añitos.

¿Madurez o infancia? Me quedo con lo segundo, la verdad. Qué tiempos cuando era una niña de 7 años que solo soñaba en despertarse temprano para poder ver sus dibujos animados preferidos en la tele, que le comprasen un nuevo videojuego para la NDS o una muñeca más para poder inventarse conversaciones entre ellas. Me pasaba muchas tardes jugando con mis muñecas. No sé cómo hice para que aun sigan por ahí guardadas. Las trataba bien. Como querría que me tratase la gente a mí, supongo. 
También me supongo que de pequeños todos queríamos ser mayores y yo obviamente no era la excepción. Aunque no sabía lo que me esperaba. Bendita ignorancia.
Sin embargo, no volvería atrás.


sábado, 2 de junio de 2012

Nada es imposible.

Ey, escucha. Sal, diviértete e intenta hacer todo lo que en casa no eres capaz. Nadie sabe cual será el resultado. Puede que salga mal, quién sabe. Pero lo intentaste, que es lo que cuenta. Eso es de gente fuerte. ¿Y si lo consigues? Tu sueño al fin hecho realidad. ¿No crees que merece la pena? Puedes hacerlo, lo sabes. Dicen que nada es imposible. Puede que no te conozca, pero quiero que te pase lo mejor, que todo te vaya bien y que sonrías. Y bueno, ya sé que estoy perdiendo el tiempo en escribir esto y no en cumplir mis sueños, pero bueno, soy de esas que dan consejos y no son capaces de aplicárselos a sí misma. Bueno, a lo que iba, que si necesitas algo  siempre de los siempres te ayudaré, haré lo posible porque te salga bien. Me gusta ver a la gente sonreír, y más si yo tuve algo de culpa. Ya sabes, puedes hacerlo.

domingo, 22 de abril de 2012


Pasan los días, las personas se distancian. Nada es como antes, ya no somos las mismas, puede que hayamos cambiado, no sé.
Lo único que puedo asegurarte es que sigo aquí, que nunca me fui. Por mucho que nada sea como antes, puedes seguir confiando en mí, tienes a alguien a quien abrazar cuando más lo necesites.
¿Sabes? He soportado muchos cambios, pero estoy segura que podré soportar todo lo que esté por venir.
Dije siempre y así será. Lo prometimos.

miércoles, 22 de febrero de 2012

De esas.

Soy de esas personas que piensan mucho y hablan poco, que dan demasiado y no reciben nada, que siempre escuchan pero nunca son escuchadas, que son mal interpretadas y juzgadas por una simple acción o palabra, que pocas veces dice honestamente lo que siente, que a veces se siente fuera de lugar, soy sentimental, soy buena fingiendo que estoy bien y cuando demuestro que estoy mal, estoy muy mal. Soy solo humana.

martes, 25 de octubre de 2011

Pequeños detalles que te hacen más feliz.

Hacer equilibrio en el bordillo de la acera, romper el papel de los regalos, mojar galletas en leche, comer nutella con una cuchara,  comer lacasitos, comer nesquik a cucharadas, pisar sólo la zona blanca de un paso de cebra, cuando me subía al carrito del super, ver que hay niños que hacen lo que tú hacías cuando eras pequeño, pisar hojas secas en otoño, hacer fotos a gente riéndose cuando quieren salir posando y tu les has hecho reír, twittear, salir del coche después de muchas horas y respirar profundamente, quitarle el móvil a alguien sin que se dé cuenta y trollearle, que te dé el aire del ventilador en la cara, el papel de las fotocopias cuando aún está caliente, ver Hora de Aventuras, el olor de los rotuladores permanentes, el olor de los libros nuevos, el olor de las pastelerías, tumbarme en la cama recién duchado con el albornoz puesto, dormir cuando hay tormenta, romper las hojas de los arboles en pedacitos, sentir la música muy alta en tus oídos, soñar despierta antes de dormir.

martes, 16 de agosto de 2011

KN,NC.

Tú... Tú eres esa amiga tan especial que nunca querría perder, esa amiga por la que daría todo, esa amiga que si yo estoy llorando, viene y me abraza más fuerte que nunca. Que si río, ríe conmigo. Esa amiga única que no se encuentra todos los días. Como que estoy a tu lado protegiéndote de todo el mal que te quieran hacer. Como que me lo jugaría todo por ti... Que todo empezó con un "Hola" por Tuenti, siguió con gritos por el balcón, con pasar de las fiestas de nuestro pueblo y montar en bicicleta, noches de verano en vela hablando como locas.
Eres esa persona capaz de ayudarme a sostener el mundo cuando se me venía encima. La que siempre está ahí para lo bueno y para lo malo. Eres una de las pocas personas en el mundo que ayuda sin esperar nada a cambio. Con que vengas y me des un abrazo, ya me siento muchísimo mejor. Y ese simple detalle hace de ti una grandísima persona. Lo único que me queda es darte las gracias. Gracias por estar siempre cuándo lo he necesitado. Gracias por ser tú, mi mejor amiga.